Todos los estudios apuntan a un rápido crecimiento del número de aplicaciones para dispositivos móviles e indican que la tendencia alcista se va a mantener. El número de estos dispositivos sigue creciendo por lo que parece lógico que también lo seguirán haciendo las aplicaciones destinadas a los mismos.
Los dispositivos móviles, smartphones y tablets, tienen ciertas particularidades que no encontramos en la misma medida en los ordenadores (incluso portátiles). Así por ejemplo, la cámara, el GPS, la posibilidad de realizar llamadas, o la movilidad (en su sentido más literal) como parte de la experiencia de usuario, son buenos ejemplos de ello.
Todas estas funcionalidades suponen nuevas oportunidades que las empresas pueden aprovechar para interaccionar más y mejor con sus clientes, reales o potenciales, o para ser más productivas disponiendo de una aplicación de gestión con ciertas ventajas respecto a otro tipo de aplicaciones.
Para el diseño de la aplicación tendremos en cuenta varios factores como la finalidad buscada, la propuesta de valor, la usabilidad, la apariencia, el público objetivo a quién va dirigida.
Además, debemos recordar que existen varios tipos de aplicaciones para móviles:- • Nativas: son las aplicaciones diseñadas para el sistema operativo de cada dispositivo móvil, por lo que hay que programar una versión distinta para cada sistema operativo. Ventajas: pueden hacer uso de las funcionalidades de cada dispositivo (la cámara, el GPS, la agenda, etc.). Inconvenientes: mayor coste de desarrollo.
- • Web: son las aplicaciones programadas con lenguaje estándar (HTML5) y funcionan desde un servidor externo. Ventajas: compatibles con todos los sistemas operativos, menores costes de desarrollo. Inconvenientes: no pueden utilizar las herramientas del dispositivo, no pueden instalarse para utilizarlas sin internet.
- • Híbridas: son aplicaciones desarrolladas con lenguajes de programación estándar (HTML5, Javascript, C) pero posteriormente son encapsuladas para sistemas operativos de smartphones, lo que permite que puedan utilizar algunas de las funcionalidades del dispositivo e instalarse como las nativas.
A efectos prácticos, los principales motivos por los que nos pueda interesar disponer de una aplicación para dispositivos móviles son:
- • Necesitamos gestionar la empresa o algunos de sus procesos desde dispositivos móviles para beneficiarnos de la ‘movilidad’ que éstos ofrecen y aumentar la productividad
- • Queremos usar una app como un canal de ventas adicional para el negocio
- • Pretendemos crear y mantener relaciones con los clientes, potenciales y reales
- • Queremos diferenciarnos de la competencia y dar una imagen innovadora