Google ha anunciado que aquellas empresas que utilicen protocolos SSL o HTTPS para sus páginas web estarán mejor posicionadas, con la idea de animar a más negocios a hacer el traslado de sus páginas web a sistemas más seguros a la hora de manejar la información que compartimos en Internet.
¿Qué es el protocolo SSL?Es la versión segura del HTML. Este protocolo solía utilizarse únicamente en páginas que manejaban información sensible como contraseñas, números de cuenta o de tarjeta de crédito entre otra información privada y personal que debe ser especialmente protegida. La forma de saber si una página web funciona con SSL es ver si en la barra de la dirección aparece HTTPS en lugar de HTTP.
Con el avance de la tecnología y la cantidad cada vez mayor de gestiones que se realizan a través de la red Google ha puesto el punto de mira en convertir la red en un entorno en el que los datos se manejen de forma segura en cualquier lugar. Es por ello que los expertos recomiendan que todas las empresas que tienen página web utilicen las SSL.
¿Por qué hacer la transición?
El protocolo SSL está pensado para proporcionar seguridad a la hora de transmitir cualquier contenido a través de Internet. Si bien éste es un requisito indispensable para páginas web de sectores como la banca o las tiendas virtuales, cada vez son más las empresas que están interconectadas. Contar con conexiones seguras para la transmisión de datos es importante para mejorar la reputación de una compañía y para que los usuarios se sientan más cómodos utilizando su web.
Migrar tu web a HTTPS
Primero que nada verifica tu certificado. Para ello puedes utilizar alguna herramienta de diagnóstico de instalación de SSL. Tener el certificado SSL en tu servidor no hace que funcione automáticamente.
Otros aspectos que debes tener en cuenta para migrar a HTTPS son los siguientes:-
Haz la transición en toda tu web. Debes migrar la página web entera, incluyendo URLs, archivos, JavaScript, imágenes y otros componentes que utilices en tu web. La asignación de page rank de Google funciona por URL y no por una vista general de la web.
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Prepara la redirección de tu web con cuidado de evitar la duplicidad de contenido. La página HTTP y la HTTPS son dominios diferentes para Google, por lo que si no haces bien la redirección de tu página podrías tener problemas de duplicidad de contenidos y ser penalizado por ello. Lo más recomendable es que utilices una redirección 301 para llevar el tráfico de tu página HTTP a la nueva HTTPS.
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Otro aspecto importante es el de utilizar las URLs relativas para asegurarte de que cuando navegas por tu web lo haces siempre en la HTTPS. Cuando usas tu URL en otro dominio utiliza URLs relativas de protocolo. De esta forma tus links siempre llevarán a tu nueva web.
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Para asegurarte de que el tráfico está encaminado a la web adecuada, debes supervisar tanto tu página antigua como la nueva. Para ello debes utilizar herramientas de seguimiento para poder determinar si el tráfico está llegando a la web HTTPS de la forma correcta.
Mantén tu información siempre protegida
Los nuevos rankings de Google funcionan en tiempo real. Esto quiere decir que en cuanto realices la migración a SSL y Google la detecte, tu page rank se verá incrementado y podrás beneficiarte de las ventajas que ello dará a tu negocio. La especial atención que Google pone en beneficiar a quienes migren a SSL radica en que hacer de Internet un lugar más seguro es beneficioso para todos.
Crear una página web segura, donde tus usuarios se sientan cómodos navegando o compartiendo cierta información personal que en ocasiones es necesaria para hacer transacciones dará un salto de calidad a la imagen de tu empresa en Internet. Aunque en principio parezca un proceso largo y complejo, vale la pena invertir tiempo en realizar bien la migración a SSL, porque sus beneficios a largo plazo son muy positivos tanto para incrementar tus ventas, como para mejorar tu reputación en la red.